lunes, 5 de junio de 2017

Montessori en casa - ¿Por qué no me funciona?


Has leído millones de blogs sobre Montessori, has buscado por Pinterest actividades y, por fin, un día te envalentonas y preparas con toda tu ilusión un material DIY o ¡incluso compras algo! y cuando se lo das a tu pollito...  se entretiene solo 5 minutos o pasa de él y no sale como tu esperabas.... conclusión: ¡vaya chasco!

Tranquila, que no estás sola. Yo he pasado por eso tanto antes como después de formarme como Guía de 0 a 3; la única diferencia es que ahora sé dónde buscar para encontrar el error (o a quién preguntar), puedo analizar qué pasa y corregirlo.

Voy a explicarte los errores más frecuentes por los que Montessori podría no estar funcionando en tu casa con tu niño en la etapa de 0 a 3. Empecemos por los 3 pilares:





1)Ambiente preparado:


Para empezar, lo mejor es que vuestra casa sea un "espacio del sí " (como dicen en inglés: "Yes-Space"). Esto significa que está adaptado a él, que puede realizar las acciones diarias sin pedirte ayuda y sin escuchar un "No! Eso no se toca" cada vez que mueve la mano.

Si tu pollito puede campar a sus anchas por casa, significa que puede practicar su tendencia humana hacia la exploración y ya habrá manipulado elementos frágiles como, por ejemplo, vasos de cristal, marcos de fotos, fruta madura, acariciar la mascota... Esto le permite aprender a controlar, de manera consciente, sus movimientos. Poco a poco, aprenderá a medir la cantidad de fuerza que aplicar a la mano para no lastimar el objeto. Es todo un proceso con idas y venidas, no se aprenda de la mañana a la noche, así que confianza y paciencia.

Cuando le presentes un material (de inspiración) Montessori, no le importará explorarlo y manipularlo, entenderá que es algo que, como el resto de cosas que encuentra en casa, puede explorar y manipular libremente sin miedo al "NO!" constante.

➻ ¿No le atrae la actividad? Comprueba si el material cumple los siguiente aspectos básicos: 

  • Estar adaptado al niño en tamaño, se manejará mejor con una jarra pequeña que no con una de litro
  • Satisfacer alguna de las inquietudes que muestre, por ejemplo, si está en ese punto que le fascina sacar cosas de los cajones, puedes prepararle una actividad para sacar cosas de diferentes cajitas o tarjetas de algún monedero viejo)
  • Ser rico sensorialmente, que tenga textura, peso, temperatura (← esto se consigue con materiales naturales, el plástico es bastante inerte en este sentido)
  • Ser bonito y atrayente, para que le invite a manipularlo (←esto NO significa que tenga mil luces y sonidos)
V. sirviéndose agua en el desayuno



2) El adulto:


A veces tenemos una gran idea sobre una actividad o hemos visto alguna por la red que nos ha encantado y nos paramos a imaginar las reacciones del niño, lo que podrá hacer con el material, lo que aprenderá a hacer... y cuando tenemos oportunidad se la ofrecemos y el niño no reacciona.

➻ Si ya has verificado lo del punto anterior, autoevalúate y comprueba si tu actitud coincide con los siguientes puntos:
  • Colócate en la posición correcta → hasta los 18 meses, colócate delante suyo para mantener contacto visual. De los 18 a los 36 ponte al lado derecho si sois diestros o a la izquierda si sois zurdos. Así podrás convertirte en el punto de unión entre el niño y el material.
  • Paciencia → ofrécele el material sin darle más pistas y espera a su reacción. No le quites la oportunidad de explorar libremente, no sabes qué le está llamando la atención ni que le gustaría hacer primero. Si no reacciona, mírale e invítale con una sonrisa y un gesto de cabeza a tocar el material. Si tampoco hay reacción, entonces, lentamente le muestras cómo se realiza la acción, por ejemplo, meter la pelota dentro del agujero en la caja de permanencia e invitarle a repetirlo. Si sigue sin hacerle caso, simplemente retira la actividad y muéstrasela más adelante, definitivamente no tiene  todavía interés en ella.
  • Estar tranquila → A veces en el transcurso de una actividad vemos que se descontrola. Recuerdo preparar una actividad con bolitas de gel, los niños se lo estaban pasando en grande pero yo solo veía bolitas rebotando por tooodos sitios y al final me escuché a mi misma decirles "¡tened cuidado!", "¿que no ves que se te cae?" ← y eso, señoras y señores, no es una buena actitud. Claro que podría haber esperado a que acabasen y aprovechar para realizar una actividad reparadora (mostrándoles cómo recoger lo que se había ensuciado) pero no me sentía capacitada para hacerlo de manera tranquila. Así que les interrumpí, les expliqué que no me sentía cómoda, recogimos e hicimos otra cosa. Eso siempre será mejor que estar interrumpiendo constantemente y poner reglas a la libre exploración.
  • No interrumpir → si está concentrado tocando el material, aunque no sea de la manera "correcta" no te preocupes (siempre y cuando no se lastime a él mismo, al entorno o al material); y es que lo importante no es cumplir con el propósito exterior de la actividad sino que éste le permita satisfacer sus necesidades internas. Por ejemplo,  el niño que quiere lavar algo repetidas veces a pesar de estar ya limpio o quiere subir y bajar escaleras durante media hora o más. Repite los ejercicios para perfeccionar sus nuevas habilidades.
  • Observación → imagina que le ofreces una actividad de abrir botes con diferentes tapas y lo que hace es apilarlos. El niño, a través de su movimiento libre, te está diciendo qué es lo que necesita hacer (apilar), en este caso sería bueno sacarle algún material de bloques para que pueda construir torres y derribarlas. La observación es la única manera que tenemos de averiguar sus necesidades.
  • No sustituirlo → a veces ya sea por prisas, por comodidad, por tener poca confianza en el niño o porque nosotros lo hacemos mejor, realizamos actividades que el niño sabe hacer por sí mismos. A esto Montessori lo llamó sustitución.  Puede pasar que si está acostumbrado a que se lo hagan todo, le cueste coger confianza para hacer cosas por sí mismo.
Niña aprendiendo a recoger. Imagen de NAMC

3) El niño:

Hay que ofrecer el material o proponer una actividad cuando el niño esté activo, esto significa que no tenga sueño, ni hambre ni necesite un cambio de pañal o mimos.

Recuerda que es el niño quien, a través de su juego y su trabajo, irá ganando habilidades, confianza e independencia. Todas estas características no se pueden enseñar desde el exterior, hay que adquirirlas personalmente mediante la práctica. Nosotros, durante ese proceso, somos meros facilitadores de ambientes ricos en posibilidades de exploración, de oportunidades para que se equivoque, corrija, practique y aprenda y de amor y apoyo incondicional.


⟴ No sé si te has dado cuenta pero los materiales, a pesar de ser de lo más conocido, no es lo más importante del Método Montessori. Por eso decimos que Montessori es algo más, es una forma de vida, una manera de ver al niño, de actuar,pensar y sentir.

En resumen:


De los 0 a los 3 años, lo función más importante no es que haga bien la actividad, sino que la EXPLORE. No deberían existir reglas fijas de uso (eso corresponde al mundo de los adultos), solo caminos abiertos. La mente de un niño pequeño es misteriosa, hasta que no le dejamos explorar libremente, no podremos saber que es lo que le interesa de esa actividad.

Me despido con palabras de la Doctora María Montessori sobre la importancia de la exploración,
"El niño se halla regido por una potencia misteriosa, maravillosamente grande, que va incorporando lentamente; de este modo se hace hombre, y lo consigue por medio de sus manos, por medio de su experiencia: primero a través del juego y luego trabajando. Las manos son el instrumento de la inteligencia."                                                                                                La Mente absorbente del niño (1949) 

Con cariño,

Miryam

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